jueves, 2 de octubre de 2008

Otra visión, otra luz.

Hoy recibí un mail de Alejandra, donde me transcribía una respuesta de la Senadora Lucía Topolansky.

Quiero dejar en claro que acá no hay colores políticos. Seguramente todas pensemos muy diferente al respecto.

Pero quiero recalcar lo bueno de las personas. En el mail que transcribo más adelante, se nota que la senadora ha pasado por situaciones más o menos como las nuestras.

No sé a ustedes, pero a mí me emocionó muchísimo.

Aquí va:

Estimada señora:
El avance en la medicina nos coloca frecuentemente en situaciones como la que usted describe. Nos permite acceder a cosas nuevas, pero no se lo permite a todos.

En el modelo consumista en que vivimos, desgraciadamente, la medicina como otras cosas básicas se ha transformado en una mercancía. Y los presupuestos públicos corren de atrás para poder incorporar las tecnologías que van apareciendo, evaluarlas, y demás.

A veces, frente a esas limitaciones presupuestales es también necesario elegir qué va primero y qué va segundo. Sabemos que en el Hospital Pereyra Rossell la gente que está en el tema y está preocupada por el mismo va hasta donde tiene posibilidades de hacerlo.

Y es evidente que las clínicas privadas como en tantos otros rubros, cobran lo que quieren. Yo no pertenezco a la Comisión de Salud, por lo que no conozco el proyecto de ley al que Ud. hace mención que está en discusión.

En todo caso, para ese punto usted debiera remitirse a los compañeros de la Comisión de Salud de modo de obtener una respuesta.

En otro orden de cosas, está bien que ud. busque reunirse con personas en la misma situación, porque en soledad es muy difícil llevar adelante la lucha por estos temas. Obviamente que deberían ser grupos de mujeres.

También podría usted pedir una entrevista a lo que se ha dado en llamar Bancada Femenina, para plantear allí el tema o a las Comisiones de Población y Desarrollo Social, ya las comisiones de Salud de ambas cámaras. En estas se tratan problemas que hacen al desarrollo de la población y esto se podría vincular al tema demográfico que es harto grave en el Uruguay.

Desde un punto de vista este es un derecho que le asiste gracias al avance de la medicina. Pero no es sencillo de resolver.

Finalmente, y con total cuidado de mi parte, y hablando como persona, no ya como legisladora, creo que usted tiene un camino alternativo, o por lo menos yo en su caso sería el que seguiría de no poder ir por el otro, y es la adopción de algún niño que la vida lo va a hacer suyo y para él usted será su madre.

Entiendo que se puede argumentar lo de la misma sangre, etc. Pero finalmente, lo más importante es el vínculo, el amor que se desarrolla entre los padres y los hijos, y toda la peripecia del crecimiento en la vida y la posibilidad de tener a la vejez quien se ocupe de nosotros, algo que para los que estamos entrando en la llamada 3era. edad es por demás importante.

Este último consejo espero no la ofenda, pues mi intención es ayudar, pero si no le sirve, sin problemas, tírelo a la basura.

Saludos,

Lucía

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy sentido el mensaje de Lucía!!!

En cuanto a la adopción, es todo un tema!!! En un programa argentino un senador que está apoyando que se trate en el senado la ley de infertilidad dijo una frase que me gustó: "la adopción no debe ser un premio consuelo a la infertilidad".
Digo lo mismo que Lucía, que esto no ofenda a nadie.

Besos,

Valery